Cada espacio en el centro se convierte en un educador más. Ofrecer un entorno seguro, cálido y acogedor donde cada niño encuentre satisfechas sus necesidades, es una tarea diaria a la que el equipo de educadoras decida tiempo y esfuerzo.
Nuestros espacios ofrecen al niño oportunidades diferentes de aprendizaje, provocar en él la necesidad de seguir investigando y explorando el espacio y los materiales que en él se encuentran.
El niño encuentra en ellos experiencias nuevas, ricas y motivadoras que le permiten avanzar en su desarrollo, tanto emocional como cognitivo, haciendo que se sienta seguro.